domingo, 3 de junio de 2007

Crónica Necrótica


Sigue la tragedia en nuestro puerto. Ahora si ya de plano es a diario. Y no sólo de los que se tiene sospecha de participar en el muy lucrativo negocio de los estupefacientes, sino que ya están en riesgo todos los que, por trabajo o inclinación, tienen que ver con el asunto.
Ya rebasamos el horror de la balacera callejera, las ejecuciones en público, el ataque con granadas a civiles y cuerpos policíacos e ingresamos en las mejoras macabras que incluyen las decapitaciones y los mensajes escritos con tinta roja marcando territorio de tal o cual grupo, detalle colorido debido a que quizá la orina no funciona para marcar territorio como lo hacen lobos, leones y otros predadores de las regiones feroces.

Como ya la única forma de enfrentar esto es con humor –negro, por supuesto, de qué otro podría ser- contribuyamos con nuestro granito de arena …¿o gotita de sangre?- para señalarle el camino a los que tienen el muy riesgoso encargo de proteger a nuestra sociedad de estos nuevos vecinos, y por supuesto a todos los que por necesidad o voluntad tienen que ver con “el asunto”.

Decapitados en La Garita. Lugar elegido por diversos grupos como tablón de mensajes de máximo terror entre ellos y para los cuerpos policíacos. La única manera de lograr que dejen de seguir utilizando la herreria para macetitas y seguir dejando las cabezas en exhibición es….¡tirar la bardita! Asi, si vuelven a dejar una cabeza, esta se irá rodando hasta La Diana y si se corre con suerte se perderá en el camino cayendo a una de las barrancas que rodean la Av. Farallón, evitándonos así el deplorable espectáculo que afecta nuestra imagen turística.
Dificultades para reconocer a los ejecutados. ¡Pues claro! Si decapitan a una persona, cómo se va a reconocer para que se le entierre decentemente después de haber sido sometido a una penosa tortura y haber sido violados todos sus derechos humanos pasados, presentes y futuros. O peor tantito, si se encuentra el cuerpo sin cabeza entonces sí que no se va a saber de quién es. Solución para todos: tatuarse nombre, teléfono, email y dirección en la nuca, espalda y nalga, de manera que se pueda reconocer rápidamente a quien corresponden los restos encontrados y se pueda notificar a los desafortundados familiares. Solución mas avanzada: sustituirlo por un código de barras.

Carrazos involucrados. ¿Qué no se han dado cuenta? Si traen un atractivo carro del año y definitivamente no corresponde al nivel cultural y social pero si al económico, el alarde automovilístico es casi igual a colgarse una diana en la espalda o el pecho. Solución…¡cambien de carrito! Superen su vanidad y mimetícense con los de a pie, movilícense en urbanos o adquieran tsurus y vochos usados, con lo que seguramente pasarán desapercibidos y no serán blanco de ráfagas de AK47 y R15.

Fuerzas públicas. Ahora sí, ni ellos están a salvo. Dejando de lado la muy sana duda de si los ejecutados y levantados no tendrían nada que ver –desde el punto de vista empresarial- con los ejecutores, resulta que ya ni las fuerzas públicas están a salvo. Solución : movilícense de a montón. De lo que uno alcanza a leer en los periódicos, de repente te cae el montón de gente armada y ya lo único que alcanza uno a hacer es esquivar los golpes mientras te levantan en vilo o se es acribillado sin piedad. Si ya de por sí teníamos una fuerza pública miope, después de los últimos levantones y atentados de plano se va a quedar…¡ciega!.

¿Mas armas?…ja…¿para qué? Se pretende enfrentar a esta gente con armas de grueso calibre, que siguen siendo, según me comentan, inferiores a los que “ellos” traen. Todo mundo sabe que su arma más poderosa es LA INFORMACIÖN. Si, como me imagino, tienen intervenidos teléfonos de línea, celulares, comunicaciones radiales, de internet y microondas y aparte tienen infiltrada gente en donde se genera y maneja la información de dinero, defensa e inteligencia… ¿para que necesitan armas de alto poder? Saben dónde va a estar la gente antes de que lleguen y con ese simple hecho con una resortera podrían liquidar al “incómodo”. Estamos rebasados.

Ya…mi cabeza no da para más. Pero como ciudadano, como civil desarmado, como gente sin cargo ni relevancia de ningún tipo, pero que ve preocupado el desplome económico de la ciudad porque ya nadie quiere venir, lo deposito para quien corresponda. Hasta para los que venden “la mercancia” es incoveniente, pues si no hay turismo, no hay dinero, y no les pueden comprar “la mercancia”. ¡Ya bájenle…nos nos conviene a nadie, ni siquiera a ustedes! Sobre todo desde que –pa’ que decir que no- ya son nuestros socios comerciales en la vida económica del puerto.

Acapulco en los 70: http://joekillerenlared.blogspot.com
A pesar de todo, Acapulco es bello...viva en él!!: http://www.guiainmobiliaria.com.mx

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