lunes, 2 de julio de 2007

Oxígeno.


“El oxígeno es un elemento químico de número atómico 8 y símbolo O. En su forma molecular más frecuente, O2, es un gas a temperatura ambiente. Representa aproximadamente el 20% de la composición de la atmósfera terrestre. Es uno de los elementos más importantes de la química orgánica y participa de forma muy importante en el ciclo energético de los seres vivos, esencial en la respiración celular de los organismos aeróbicos…” Enciclopedia electrónica Wikipedia.

“… esencial en la respiración celular de los organismos aeróbicos … esencial en la respiración celular de los organismos aeróbicos …” la frase giraba en torno a mi cabeza mientras arrancaba el auto y me disponía a contribuir al invernadero global con algunos gramos de monóxido de carbono ( un gas en cuya composición se encuentra el oxigeno) y me dirijo a dar un vistazo al mundo.

No, no siempre estuvo ahí. Al principio de la vida en el planeta la composición de gases en la atmósfera era muy diferente. Estaba compuesta por dióxido y monóxido de carbono, dióxido de azufre, vapor de agua y pequeñas cantidades de metano, amoníaco, cloro e hidrógeno. Absolutamente irrespirable para nosotros y la mayor parte de las formas de vida de la actualidad. Pero esto cambió al aparecer de alguna manera pequeños vegetales microscópicos que merced al uso de la clorofila como parte de una milagrosa fábrica bioquímica comenzaron a metabolizar el bióxido de carbono para separarlo del oxígeno –subproducto del proceso-, reservando el carbono para la producción de…¡materia viva! El milagro de La Creación.

Los niveles de oxígeno comenzaron a subir en el planeta y las formas vivas se adaptaron a él pues ofrecía las ventajas de ayudar a transformar rápidamente compuestos varios para integrarlos a la construcción de cuerpos de todas las formas y colores posibles. La vida recibía entonces un impulso que hasta ahora ha resultado irrefrenable.

El oxígeno es además importante porque participa en varios procesos en los que se combina con diferentes materiales para formar otros compuestos en un proceso que conocemos como oxidación. Una oxidación violenta origina el fenómeno que conocemos como fuego, y en él se combina generalmente el carbono con el oxígeno para formar monóxido de carbono, gas satanizado en opinión por ser uno de los más importantes causantes del efecto invernadero. La respiración, por otro lado, es el uso de oxígeno por los diferentes organismos –incluidos nosotros- para integrar diferentes nutrientes y compuestos para la formación de nuestros propios cuerpos.

Considerado como ciclo quizá el asunto no debiera importarnos demasiado, desde el punto de vista de que lo que se produce en un lado –monóxido o su forma totalmente oxidada, el dióxido de carbono- es reciclado por los vegetales para separar el oxígeno del carbono y ser reintegrado al ambiente, en el que en una atmósfera al nivel del mar que se precie debe tener una concentración no menor al 20 por ciento.

En un principio la cosa funcionaba así y todo se reducía a seguir la línea trazada casi desde el principio de los tiempos biológicos. La balanza oscilaba hacia un lado u otro pero había pasos frecuentes por el fiel que aseguraban que el juego continuara. Hace dos siglos el asunto comenzó a cambiar.

Industrialización, modernización, comodidad, deseos de una vida mejor –interpretada-, vehículos poderosos, transportes rápidos, status social y todo lo asociado comenzaron a recargarse sobre el lado de la producción de carbono en sus dos formas oxidadas y a reducir el lado de la regeneración del oxígeno por medio de la fotosíntesis.

Cuando comenzaron a caer los bosques para alimentar a las ciudades el asunto fue grave y no se vieron sus consecuencias hasta muchos años después. Y cuando se comenzó a reducir la capacidad de producción de oxigeno de los mares el asunto repuntó a muy grave, pues con mucho la capacidad de producción de este gas por el fitoplancton marino es muy superior a la de los vegetales de tierra firme. La aguja de la balanza cruzó el fiel hacia el lado del carbono hace años y ahí se mantiene amenazando a los que consumimos oxígeno.

Por si fuera poco –o por si pensábamos comenzar a comprar equipos portátiles de oxígeno- cuando el asunto subió a la escala de problema a nivel planetario, se nos viene encima una consecuencia que a nadie se le hubiera ocurrido: el asunto del Cambio Climático-producto del Calentamiento Global- producto de la acumulación de gases de invernadero-producto de actividades de quema de combustibles fósiles y todo lo que se deje quemar tiene que ver con todo lo anteriormente expuesto. Con el agravante de que -¿recuerdan?- le hemos estado cerrando la válvula de retorno vía fotosíntesis al proceso.

¡Uupps! ¿Y ahora qué? Ya me veía con mi traje verde tipo astronauta caminando por los Malls de la Costera presumiendo que “yo sí respiro oxígeno” y cargándolo en una botellita a mi espalda pintada con los colores que en ese entonces sean de actualidad.

De más está traer a escrito las consecuencias expuestas por científicos de todas latitudes o mínimo por el documental presentado por Al Gore –me imagino que ya lo vieron…¿que no?¡Véanlo…!- en donde se anuncian migraciones masivas de millones de personas buscando refugio ante el nivel creciente del mar por el deshielo de polos, glaciares y Groenlandia, tormentas cada vez más violentas y en general un sistema climatológico planetario alterado de manera grotesca.

Sí, yo sé que pensamos que están muy leeeejos, pero ubiquemos como ejercicio para entender y participar de manera positiva la parte que nos toca: también va a ocurrir en la enramadas de Caleta, Pie de la Cuesta, Puerto Marquez, restaurantes de la Condesa, clubes de yates y marinas, clubes de playa y decks del Acapulco Dorado, Diamante y próximos desarrollos cercanos al mar en la anhelada Riviera Pacífico y similares. Visto así, como que si nos concierne. Y no pensemos que porque llovió ayer en la noche y dejó de hacer calor se ha terminado el problema del “calentamiento global.”

A problemas globales, acciones locales. Empecemos en nuestro entorno inmediato….
Visiten la página http://www.climatecrisis.org/ y veamos como podemos contribuir con nuestra familia y amigos para producir cambios.

No hay comentarios.: