jueves, 1 de noviembre de 2007

¿Sabe …o no sabe?


Con esta frase repetida hasta el hastío Alejandrina y su hermano conejo acatarran a uno de los héroes ecológicos de la televison hispana, Juan Carlos Bodoque y Bodoque, reportero verde de la serie “31 Minutos”, hija predilecta de la productora Aplaplac de la repùblica de Chile. Este noticiero para niños –pero que bien haríamos en ver los adultos- esta hecho con un presupuesto mínimo, con muñecos de peluche y calcetines con botones como ojos, con marionetas hechas con una bolsa apenas rellena de borra y alambres para manejar las manos, pero con temas y diálogos que estan mas que sobrados de contenidos importantes para la vida diaria, además de ser inteligentes y divertidos. Escenografías y personajes, para ser acordes con la intención, son de material reusado de manera ingeniosa.

De hecho parece ser que la serie nació cuando se buscaba la manera de hacer comprender el problema del tratamiento de las aguas residuales de una ciudad chilena a un publico pasivo y desentendido de los problemas ambientales. Ahí nació lo que creo es el primer reportaje de una serie de “notas verdes” y que fue llamado "La Ruta de la Caca". Sí, no se tiene miedo de llamar a las cosas por su nombre. Juan Carlos Bodoque, un conejo rojo con profundo sentido ambientalista –y con continuas crisis existenciales- hace un viaje por el recorrido de las aguas servidas que una vez que han salido de un excusado o lavabo y hacen un largo y azaroso trayecto por el río San Carlos. Por el camino Juan Carlos entrevista a los actores y afectados e incluso hace una arriesgada inmersion en un efluente cargado de desechos para comprobar de primera mano cuales son los componentes de tan oloroso licor y como es usado de manera descuidada para riego de hortalizas, con el total conocimiento-ignorancia y justificación de un campesino que usa esta agua “que es la única que hay”.

Los perfiles de los personajes están muy bien logrados, y a decir de mi buen amigo Arturo Román de Soy Guerrero, completamente acordes con la realidad que se vive en una estación de transmisión de un noticiero televisado. El conductor se llama Tulio Triviño, y es el ego estrella de la producción de muñecos, en constante stress por que las notas llegan tarde o salen mal, pero que a fin de cuentas quedan “ocultas” para el público –que por cierto es bastante numeroso- de manera que los chascos son divertidos y hasta deseados.

Por supuesto que hay una sección musical. Y no sólo eso: es toda una crítica musical de producciones muy pegajosas hechas por muñecos artistas. La música es simpática, las letras sencillas y con mensajes aún mas sencillos (escuchar detenidamente la produccion “Lala”) y estan presentadas por el Ranking Top Top Top de Policarpo Avendaño, un muñeco de cabeza cilíndrica con un sospechoso parecido con un cascanueces. Por cierto, me comentaron por ahí que el CD de la música está entre los cinco primeros lugares en ventas en nuestro país. Néctar para los niños, pesadilla de repetición para los adultos.

La producción es genial, especialmente lo que corresponde a las notas verdes. Sigue al pie de la letra la forma en que se filma y edita un documental y las aclaraciones de los puntos obscuros son abundantes y oportunas. Hablan de ballenas, capa de ozono, reciclamiento de basura, los perros de la calle y muchos temas de interés urbano y rural que son muy aplicables a nuestro querido país.

Si quiere divertirse un rato –y aprender- vayase al futuro de la televisión en el planeta, a la base de videos YouTube y vea los capitulos que los fans de este programa han estado subiendo a La Red. Creo que son lo mas didáctico que hasta ahora he visto en cuestiones ambientales, y repito, llevados a cabo con muy,muy, muy poco prespuesto.

Bien por esos chilenos. En verdad se han apuntado un diez.

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