sábado, 20 de octubre de 2007

Hace más de 30 años Joe Killer decía…


“Soy Joe Killer, el investigador privado, ustedes me conocen, soy el detective que investiga casos criminales, el terror del deshonesto y el verdugo que castiga a los asesinos, poniendo un punto final –mas bien los borro con mi cañón naval recortado de 300 mm que porto en mi funda brassier-sobaquera- sus fechorías”.

De esta original manera iniciaba Ernesto García Moraga sus colaboraciones en los periódicos de la ciudad desde mediados de la década de los 60 hasta el día de su muerte ocurrida en 1988. Su personaje Joe Killer era un detective privado muy a la mexicana: conocedor de todas las artes marciales, tirador certero con todas las armas –al grado de tener como arma de cargo un cañón ganado a un almirante gringo en una partida de poker-, experto en explosivos y explotados, en tácticas de espionaje y contraespionaje, primer latinoamericano documentado como usuario de un computador personal de polaridad invertida en sus invesigaciones internacionales y nacionales, en fin, todo un ejemplar al que era imposible exterminar de manera violenta pero que, paradójicamente, era extremadamente vulnerable debido a su noble corazón y a su incondicional confianza en la bondad de la gente.

Y resulta muy curioso. Leo la literatura ficción que alimentaba la imaginación de mi padre en aquel entonces y me doy cuenta que para este año él probablemente esperaba un mundo ordenado y muy tecnologizado, con naves voladoras, gente esbelta vestida con tejidos plateados, con una avanzada conciencia que abarcara el bienestar propio y del planeta y todo eso. La verdad, en el 2006, es otra, o más bien, la misma.

Revisando algunos recortes de artículos que escribió García Moraga entre 1969 y 1974, descubrí que…¡Acapulco no ha cambiado nada!.
Y para muestra bastan…varios botones.

Enero de 1969.- Joe Killer escribe a los Santos Reyes y a Falcón de la Barrera.
“ …él (De la Barrera) había prometido a uno de los barrios de mas rancio abolengo y de románticos recuerdos del Puerto de Acapulco –me refiero a Manzanillo- que sin lesionar los intereses de los carpinteros de ribera, propietarios de lanchas y habitantes del barrio, se iba a rescatar la playa, poner sus sombrillitas, continuar el Paseo del Pescador y convertir en Parque Infantil Deportivo las ruinas que ahora existen, aparte de sanear toda zona…”

Octubre de 1969.- El caso de los cazadores y los palomos.
“ felicito a las autoridaddes que tratan de reglamentar el peligroso caso de la portación de armas…”
“… los periódicos reportan día con día crimenes a cual más espantosos, vemos desaparecer amigos que indefensos fueron masacrados al son de las 38 super, mientras ellos sólo pudieron descargar la tinta de su pluma fuente en la camisa de su asesino…”


Diciembre de 1971.- Las predicciones de Joe Killer para 1972.
“ …será levantado el castigo a la zona que comprende de Tlacopanocha a Caleta y la Junta (de Mejoras Materiales) terminará el Paseo del Pescador hasta el “intocable” Club de Yates, el Parque Manzanillo, en otras épocas uno de los lugares más bellos de Acapulco, será regenerado y rejuvenecido, bellos y funcionales muelles alojarán las lanchas…”
“…La isla de la roqueta tendrá un hermoso muelle y así los turistas no se mojarán lo que vulgarmente llaman los pelados “las pompas…”.
“ …Se construirá un gran muelle para barcos de gran calado, el turismo vendrá en cantidades masivas por este medio…”
“…los secuestros terminarán y la tranquilidad reinará en Guerrero…”
“…los taxistas pintarán sus coches de un solo color y pondrán sus taxímetros, atendiendo a lugareños y turistas sin discriminación…”


Finaliza Joe Killer esta última entrega descubriendo que alguien le habia cambiado sus inseparables cigarros de tabaco fuerte por unos de cannabis, por lo que sus predicciones resultaban poco más que un sueño mafufo.

De entonces a ahora, pocos cambios. El calibre de las armas, el color de los taxis, algo de reconocimiento de la propia condición en la que nos encontramos
Al iniciar esta recopilación de tan antiguas problemáticas aún no resueltas, tuve la intención de hacer un comentario ubicado en la actualidad después de cada una de ellas para subrayar lo que ahora es evidente. No fué necesario.

Considerando que la más moderna de ellas tiene 34 años de estar en el tintero, el asunto toma proporciones absurdas. No hace falta buscar nuevas propuestas para mejorar nuestra ciudad y nuestra calidad de vida. Sólo hace falta mirar hacia atrás y hacer lo que en 34 años no hemos podido hacer.

No hay comentarios.: